Una forma clásica de valorar la felicidad es informarnos y decirles a las personas si están felices con la vida que tienen. Sin embargo, esta forma de evaluarla,no queda libre de desviaciones , porque, por ejemplo, solemos recordar mucho mejor lo que concuerda con nuestro ánimo en ese momento.
Un grupo de investigadores del departamento de la (UAM) ha propuesto evaluar otras formas de nuestra felicidad, mirando el periodo en que las personas nos sentimos bien y mal a lo largo del día.
De esta manera, podemos identificar que las dos formas de estar bien están ligadas con el decrecimiento de muerte.
La correlación de sentir alteraciones buenas y decrecer la posibilidad de muerte es más tenaz en gente que no sufren depresión.
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